Con estas dos obras, ejemplo magistral de habilidad dramática y teatro crítico, JOSÉ SANCHIS SINISTERRA demuestra una vez más su calidad como autor y renovador de la escena española, y los motivos que lo acreditan como uno de los dramaturgos más reconocidos y premiados de este país. Próspero sueña Julieta (o viceversa) traslada al todopoderoso mago de La tempestad y a la inocente amante trágica a un turbio páramo beckettiano en el que sus perfiles heroicos van derritiéndose a la sombra de un sarcasmo corrosivo y cercano. Metáfora de la creación dramática, en este texto, que en realidad son tres, los protagonistas de Mísero Próspero y Julieta en la cripta se jactan de estar soñando al otro hasta que una puerta abierta los despierta a la certeza del juego teatral. En un registro completamente diferente se sitúa Sangre lunar. Ambientada en un hospital occidental de la actualidad y basada en un hecho real, esta obra desgarradora nos arroja a las simas de la abyección humana. Valiéndose de una estructura dramática fragmentada, el autor va ampliando la espiral del horror, cuyo eje es la violación de una mujer en coma, y que va arrastrando consigo al resto de personajes y circunstancias que habitan a retazos esta pieza inquietante.