Cuando, como cada año, el escritor fracasado da inicio a su tradicional cuento de Navidad, todavía desconoce qué le deparará tal aventura. Por el camino se cruzará con algunos de los grandes autores que han incurrido en el género, como Andersen, Calders, Capote, Dickens, Hoffmann o Monzó, sin contar con los omnipresentes Kafka o Shakespeare. El resultado será un relato de lo más pintoresco y atropellado, interpretado por un pequeño coro de roedores y un elenco heterogéneo formado no sólo por los Scrooge de turno, sino también por ratones del calibre de Philip Marlowe, Josefina la cantaora, el irrepetible Charles Bukowski o el mismísimo teniente Colombo. En definitiva, un particular cuento navideño que va tomando forma a medida que el lector se familiariza con las mañas de nuestro autor en busca de una obra que tal vez sólo exista en su cabeza.