Vaya por delante que me gusta mucho cómo escribe Luis Mateo Díez, pero me ha dado la sensación de que en esta novela se ha regodeado, como si fuera un alarde de su buen oficio. Pero creo que se ha esmerado tanto en la forma que ha descuidado el fondo. La lectura se me ha hecho tediosa en algunos momentos, y me ha costado encontrarle el sentido a algunos párrafos que he encontrado un poco farragosos. Ya digo, sólo he disfrutado por el placer de leer a alguien que maneja el lenguaje con tal maestría ... que no es poco.
hace 12 años