Acabo de leer el sexto de la saga de Miquel Mascarell, "Nueve días de Abril", de Jordi Sierra i Fabra y de todos los que he leído éste es el que me ha parecido más flojo. Repetitivo, con un esquema muy parecido a los anteriores, y con un final muy manido y muy sacado de la manga como si tuviera ganas de acabar el libro. No me ha gustado, la verdad.

Con cada libro que leo me gusta más el inspector Mascarell. Libros en los que se ve reflejado el ambiente de postguerra en Barcelona, con su justa dosis de amargura, pero siempre con la figura optimista de Patro, la compañera de Mascarell, como una luz que ilumina el ambiente tétrico de la ciudad. La historia de intriga, como siempre, bien llevada, sin prisa pero sin pausa. Aunque el personaje de Lenin en este libro aparece poco, de nuevo le da ese toque de humor. Me encantan.

En la línea de la saga, el inspector Mascarell, deberá jugarse el tipo y el pellejo para salvar de la muerte por asesinato del hijo de un amigo. Entretenido relato que nos llevará a conocer mejor la España del momento y las calles de la posguerra barcelonesa.