Mouchette es una niña. Posesa. Arisca, rebelde, arrojada a la soledad. Y pobre. Una criatura, como tantas y tantas, condenada a la vida. El relato, espantosamente sencillo, tan desnudo como la experiencia del dolor, cuenta un solo día en la vida de esta niña. Se pierde en el bosque bajo una tormenta y es hallada por el borracho cazador Arsène, quien le ofrece un refugio donde guarecerse de la lluvia y secarse.