Si tengo que hacerlo lo haré y será advertir antes que nada que esta novela no es apta para lectores sensibles, pero aún así la recomiendo al 100%. El argumento es bien claro y sencillo, sin misterios. Un joven sale de la cárcel después de haber cumplido condena por abuso sexual a una menor, así de primeras podemos comprender que se trata de una historia de pedofilía pero ¡ojo! trata bastante bien el retrato de un auténtico pedófilo, nada de argumentos fáciles y ligeros, la escritora sabe de lo que habla porque ha tratado en su vida real con esta clase de enfermos mentales. Lo describe al mínimo detalle hasta puedes llegar a sentirlo y lo bien que te guía para que vivas la angustia y esa locura y tentación que puede llegar a sentir un pedófilo, como el protagonista, cuando después de seguir su rutina de ejercicios, sus consultas psicológicas, sus distracciones, momentos de relajación y autocontrol...etc,en fin, toda esa disciplina para llegar a la curación sin necesidad de recurrir a la medicación fuerte que le dejará sin voluntad propia al salir de la cárcel y considerarse un hombre completamente libre le rompen todo....porque una niña viene a vivir a su barrio....así de simple y todo lo que construye va cayendo poco a poco como una torre de naipes. En serio, increíblemente real y duro lo que nos transmite y nos hace sufrir el protagonista, sudar, palidecer e incluso agonizar....justo cuando alguien logra ser libre, feliz y volver a su estabilidad mental, con apoyo y mucha fuerza de voluntad todo gira vertiginosamente. No contaré más porque aunque el argumento nos revela bastante si somos lo suficientemente perspicaces, necesitamos sentirlo tal y como nos lo cuenta la escritora y ver lo devastadora y fuerte que puede llegar a ser la tentación cuando sabes que está disfrazada del más absoluto peligro, es decir, la inocencia....
hace 3 años