La relación extraliteraria que mantuvo Neruda con España es poco conocida en nuestro país, pero marcó el destino de cerca de 2.500 exiliados españoles que, gracias a él, pudieron refugiarse en Chile y evitar los campos de concentración. El Winnipeg, el buque que fletó Neruda para llevarlos rumbo a su patria, resulta un episodio casi desconocido y sorprendentemente emotivo del final de la Guerra Civil Española.