No esperaba que este libro fuese tan gore. Realmente fuerte y hasta enfermizo cómo se va desarrollando. La búsqueda del significado e importancia de las cosas a un nivel bárbaro.

Es un libro que te atrapa sin duda, cuanto mas avanzas, más te impresiona. Creo que debería de incluir una nota en la portada : "léase bajo su propio riesgo o a consideración " ya que te deja un montón de reflexión, puede ser tomado de muchas maneras, creo que para personas adultas es algo que te has puesto a pensar mas de una vez y no te daba el valor de decirlo en voz alta, para jóvenes si lo veo muy desalentador, es como si te cambiaran el chip y nunca te habías puesto a pensar en eso. y en situaciones vulnerables si puede ser muy impactante . Pero conforme va avanzando empiezas a ver el verdadero significado de las cosas y el punto al que quiso llegar la autora, que tu significado es tuyo no importa lo que digan los demás, es tuyo , unico tuyo. Si lo describiría en una palabra seria : impactante.

La escritora menciona en una entrevista que este relato lo escribió a petición de una editorial que estaba interesada en algo para los adolescentes. Luego de cavilaciones decidió escribirle con la intención de enviar a la juventud un mensaje lleno de vitalidad, motivacional y de esperanza: que en esta vida hay muchas cosas por las qué luchar, que son importantes para cada uno en su individualidad no importa lo que digan los demás. ¡Pobrecita! Me suena a Cristobal Colón que murió sin saber el monumental descubrimiento que había hecho. Luego de leer esta pequeña novela me dio cierta ternura la simpleza de la apreciación de la autora sobre el monumental ensaño que en pocas páginas había logrado llevar a cabo -como una obra maestra-, sobre la naturaleza y condición humana, sobre la verdadera constitución del ser humano y de todos sus demonios, complejos y luchas internas y con la sociedad. Como leí por allí de un fan de ella, es un libro (solo el libro) para Premio Nobel. La reseña es sencilla, aunque no les adelantará nada importante: un compañero de escuela de los protagonistas dice en plena clase inaugural que la vida es nada, que nada vale, que nada se puede hacer para cambiarlo, se levanta del aula y se va. Sus compañeros, ante el acoso incisivo de él quien se aposta en un árbol y desde allí pasa gritándoles “su verdad” a todos, deciden demostrarle que sí hay cosas que tienen valor y “significado”. Y de allí en adelante tratan de recoger todos los objetos que tienen valor para cada uno, reunirlos para después mostrárselos al cínico aquel y hacerlo cambiar de opinión. En todo el desarrollo de esa empresa se van dando situaciones en la que muestran conductas que poco a poco, al menos a mí, me fueron dejando con la boca abierta, sobre todo que la escritora lo hace ver con tanta sencillez, sin dramatismo, sin exageraciones, sin un narrador omnisciente entrometido, dejando que sean los mismos personajes y sus diálogos los que construyan ya no solo los conflictos y las personalidades de cada quien, sino la naturaleza humana, sobre todo en este mundo moderno: lo vulnerable que es la conciencia humana, lo manipulables que son las masas, la desesperación por mostrarle al mundo el sentido de la vida de cada uno, que uno vale, que es alguien. Los conflictos entre los grupos, el egoísmo, la mezquindad, la maldad, la malicia, la depravación aprovechándose de las circunstancias, la intolerancia, tantas cosas más, pero al final, el monstruo lleno de odio que lleva el ser humano adentro, capaz de surgir en cualquier momento y cometer atroces crímenes. Ese libro no es un libro, es un tratado sobre la naturaleza humana.

La historia es brutal en todo el sentido de la palabra, hasta un poco gore y con un final que impacta. Un libro del que no te puedes olvidar fácilmente. El comportamiento de estos adolescentes es incalificable y no puedo decir más. Que no es muy largo y lo recomiendo pero no para personas muy sensibles. Después he sabido que fue prohibido en algunos países. Lo que más me sorprende es que la autora quería que fuera lectura para colegios, creo que es demasiado para esos chicos con las hormonas en revolución. Leedlo y me contáis!!

Es un libro duro, con multitud de significados. Cada uno podrá interpretarlo de formas muy distintas. Con lo que no estoy de acuerdo es que sea un libro destinado para adolescentes de 14 años.

No esperaba mucho de este libro, pero creo que tiene un mensaje de gran existencial de gran profundidad: las personas se pierden a sí mismas en la búsqueda que de un significado para sí. El lenguaje es claro y la prosa es fluida. Al principio puede parecer absurdo que de repente Pierre diga que ya nada importa, pero poco a poco vas comprendiendo. Lo recomiendo.

Buen libro, tiene un lenguaje sencillo, sin caer en común, el trasfondo de la historia se vuelve más interesante en cada ocasión. En cierto momento lo llegue a comparar con el existencialismo, estos seres arrojados a la realidad sin guía. En mi país justo unos niños realizaron actos criminales parecidos a los narrados en el libro, haciendo que mi interés aumentara, rechazo así la idea de que sea completamente ficción, en youtube la autora da diferentes datos interesantes sobre su formación y la idea del libro. Lo recomiendo.

Es un libro que te atrapa desde el comienzo, y con contenido fuerte.

Si ésta es una novela para jóvenes, yo soy el Papa. Nada es una novela dura, a veces muy dura, con un trasfondo tan denso que apenas cabe en sus escasas 160 páginas. Se trata de una novela para pensar, que te atrapa desde la primera página. No es mi género favorito, pero sin duda es una de las obras que más he disfrutado. Muy recomendable.

Da miedo por todo lo que Janne te plantea, pero es un libro en el que te enganchas desde la primera página hasta la última. Te lo puedes leer en un solo día si te pones en plan. Es bastante corto. Los niños, el final. Sobre todo EL FINAL. El final es algo creepy pero sin duda te encantará y al terminarlo te puedo asegurar que tendrás la boca hasta el piso y guardarás silencio mientras procesas lo que acabas de leer. Esto me pasó a mi. Lo recomiendo mucho. Aún sigo sin creer que en muchos países en Europa y en algunas ciudades de los estados unidos esté prohibido este libro...

Es una novela corta destinada a público juvenil, si bien, por su trasfondo es una lectura valida para cualquier “joven” de edad más avanzada. Los protagonistas son chicos y chicas de unos 14 años, la etapa de la plena adolescencia, de la búsqueda de identidad, de lugar en el mundo. Esa es la esencia del texto, la necesidad de encontrar un sentido a lo que nos rodea. Todo comienza cuando Pierre Anthon, alumno de séptimo grado en una escuela danesa, de un pequeño pueblo, abandona la clase manifestando que “nada importa”. Sus ideas y comportamiento, provoca que sus compañeros y compañeras indaguen lo importante, lo que da “significado” a su existencia. A partir de aquí empieza un juego que se torna cada vez más siniestro hasta el final. Lo interesante de la obra son las reflexiones que puede aportar al lector y que cada cual interpretara a su manera, según la experiencia vital. Por lo demás, se lee fácil, sin gran trascendencia literaria.

Es un libro curioso al principio, pero a medida que iba avanzando se me hacía más malo, preguntándome por qué dicen que es muy bueno si no te aporta nada al acabarlo. En fin, es solo mi opinión.

No sé como calificar este libro, el inicio me interesó el relato, pero es fatídico, desesperanzador, oscuro, y cruel, al terminar de leerlo sentí un vacío tal como su título NADA

Reseña completa en: http://www.sopadelibros.com/review/3527 Debo reconocer que no me atrapó el argumento hasta pasado aproximadamente el primer tercio de la trama. Hasta ese momento me pareció una amable e ingenua fábula moral, en la cual una escritura sencilla (a veces se puede tomar por simple), directa, sin estridencias, con escenas repetitivas y construcciones de personajes planos no ayudaban a enriquecer el motivo del relato. No obstante, conforme la historia va ganando en truculencia y dureza, mi perspectiva va cambiando hacia una mayor complejidad temática, un renovado interés en diálogos y circunstancias, donde la “fábula” se va desfigurando en una desgarradora narración crítica, alegórica, existencialista y metafísica; con un ligero “tufillo” al relato volteriano, lógicamente sin entrar en consideraciones estilísticas y el uso del sarcasmo. El inicio de la novela es un claro guiño a “El barón rampante” de Calvino: un niño se sube a un árbol que promete no volver a pisar el suelo. En este caso, Pierre Anthon de 14 años se encarama al árbol proclamando una revelación íntima: “Nada importa. No merece la pena hacer nada.” Ante tal desalentadora manifestación sus compañeros y amigos de clase intentaran demostrar su error buscando el sentido de la vida. Unos adolescentes que, como los juveniles personajes de Hesse, se cuestionan su propio interior y el mundo adulto que les ha tocado vivir. Una odisea introspectiva y vital que les hará revelar la importancia de símbolos transcendentales (lo material, la apariencia, la ilusión, la religión, amistad, amor, familia, inocencia, integridad, crueldad, intransigencia, muerte, etc.) en que se compone la vida. La identidad a estas edades, tan maleable, sensible y espontánea como cruel, hará aflorar la vena irracional y brutal del ser humano llegando hasta límites insospechados, un concepto anteriormente ya expuesto con acierto en “El señor de las moscas”. No sólo conocerán el valor (objetivo o subjetivo) de todo significado que se atribuye a la vida, sino el “precio” que les otorgamos, el hallazgo de nuestra genuina y fea personalidad desnuda o el siniestro conocimiento de una humanidad en la que todos estamos incluidos. En definitiva, un desconcertante retrato psicológico individual y social. Por todo lo expuesto me resisto a denominar novela juvenil a “Nada”, si bien las preguntas existenciales (atemporales y universales) se despiertan a estas edades, éstas nos acompañan ya durante todo nuestro efímero tiempo y sólo algunos podrán responderlas satisfactoriamente (¡menuda quimera!) tras un gran esfuerzo intelectual, espiritual, de creencia, de candidez…, vete tú a saber. La tesis de fondo va más allá de la esfera juvenil, no obstante, y es otra de sus virtudes, puede adaptarse a diferentes niveles de lectura. Una corta, inquietante y polémica novela que, además de entretener, espolea conciencias e incita a la reflexión. ¡Qué puñetera y traicionera llega a ser la vida!

Cuando Pierre Anthon, de catorce años, proclama que todo carece de sentido y que no merece la pena hacer nada, abandona el colegio y se sube a un ciruelo. Sus compañeros de clase, para contrarrestar los desmoralizantes argumentos y modo de pensar de Pierre, deciden buscar los motivos y demostrarle que sí que existen cosas que importan en la vida, por lo que crearán “un montón de significado” con todo aquello que más valoran. Ese es el eje sobre el que gira esta polémica novela juvenil. La historia se va volviendo inquietante y macabra, supongo que es lo que ha generado controversia a favor o en contra de su lectura por parte de los jóvenes. Personalmente creo que la idea es original y provoca planteamientos y reflexiones interesantes, aunque para lo corta que es la novela me ha parecido literariamente demasiado simple y repetitiva.

Un chico abandona el colegio y se sube a un árbol al darse cuenta de que la vida no es nada, que nada vale la pena en el mundo. Los compañeros que día trás día pasan bajo el árbol para ir al colegio idearán un plan para hacerle ver que está equivocado. Lo que me llamó la atención de este libro fue mi curiosidad ante la prohibición en escuelas. Ayer comencé a leerlo y no pude parar hasta acabarlo, es un libro corto pero intenso. En el se plantean temas existenciales del hombre y aunque es provocador porque lleva a los jóvenes hasta extremos muy duros, es verdad que creo que su planteamiento es invitar a la reflexión.

Lee mi reseña en: http://conunlibroenlamano.blogspot.com.es/2012/05/nada-janne-teller.html

Nos encontramos ante una lectura alegórica de gran simplicidad narrativa pero de una profundidad inconmensurable. Se necesita más tiempo para digerirla que para leerla. Los personajes (atemporales) están concebidos con una sola finalidad y por tanto pueden parecer planos o poco trabajados, pero cumplen perfectamente su función en la obra. Se plantea el eterno problema metafísico, que en boca de pre-adolescentes gana en fuerza, sobre el sentido (o la falta de sentido) de la vida. Pero sobretodo hace incapié en la intolerancia del ser humano hacia las creencias ajenas, de las ansias de vengarnos en la humanidad cuando nos han hecho daño o nos sentimos heridos, de la fuerza absurda que puede tener el grupo para llevarnos al fanatismo e intentar dar sentido a nuestra vida y de las cosas que se llegan a hacer en manada que jamás se harían de forma individual. También es importante el hecho de que por dinero somos capaces de vender nuestras más profundas ideologías. No habla sólo de la juventud, habla del ser humano... que es capaz de matar a su amigo, incluso a su hermano, porque piensa distinto a él. ¿Acaso no os suena?

Es muy bueno, pero también es muy fuerte, como comenta manans, no creo que los niños de 14 años hagan cosas así, pero es una buena lectura juvenil para que justamente no lo hagan y enseñarles que hay ciertas cosas que bajo ningún concepto se pueden hacer o permitir que otros las hagan. Es muy interesante y muy peculiar, la gente con niños adolescentes debería leerlo y hacerselo leer, sobre todo en estos tiempos donde los niños pierden el norte y hacen cosas indebidas.

Bueno, no está mal, pero para mí no merece tanto mérito como se le está dando.
No me parece normal que unos niños de 14 años hagan esas cosas. Un poco fuerte.