Violeta Hernando nació el 3 de febrero de 1982 en Santa Cruz de Tenerife. Cuando contaba un año se desplazó con su familia a Barcelona. Acabó de redactar la versión final de "Muertos o algo mejor" con tan solo trece años; se trata, pues, de un caso de precocidad único en las letras hispánicas. "Muertos o algo mejor" no es una novela juvenil, aunque en ella se abordan los temas que inquietan a los jóvenes de hoy: la violencia, el sexo, la droga, la música y la búsqueda del sentido de la vida. Es, en cierto modo, una novela existencialista que arranca de la necesidad de obtener unas respuestas –las respuestas– que le son negadas, una y otra vez, a una protagonista seis años mayor que la propia autora y que transita, al igual que todos los personajes, por una oscuridad vital que lo invade todo y que se manifiesta a la vez como tentación y peligro. Creada a través de un imaginario procedente de la cultura visual hoy en boga, quizá lo más notable de "Muertos o algo mejor" sea el aliento poético que empapa sus mejores páginas y que resulta sorprendente en una escritora todavía adolescente. Aparentemente simple en su trama, que se desarrolla en torno al viaje de dos muchachas que quieren acudir a un concierto de rock, "Muertos o algo mejor" es una novela pródiga en sucesos y personajes que constituye una sorpresa de primer orden en el actual panorama de la narrativa española.