Manuel Contreras Moreno se considera un gaznápiro, creyendo que este adjetivo define su existencia totalmente. En un periplo de varios relatos abrirá interrogantes que a él se le plantean a diario, dejando a juicio del lector la opinión sobre sus propias conclusiones. Manuel lidiará con todo tipo de situaciones que lo llevarán a determinadas consecuencias fruto de su interpretación gaznápira de la realidad cotidiana que arrancará sonrisas en ocasiones, y en otras inciará pequeños debates políticos, sociales y morales.