Los personajes de esta novela son de ficción, porque la realidad no puede ser narrada sin incorporar al relato nuestra peculiar manera de leerla. Los personajes se me han ido de las manos y han encontrado su sitio en esta historia. Los hechos también son ficticios porque describir lo que en la vida nos sucede siempre estará sesgado por la lente que nos construimos sobre las pupilas. Las reflexiones son erráticas como mis pensamientos y los sentimientos expresados solo a mí son imputables y por ellos respondo.