Muchos nos hemos quedado con grandes deseos de haber dicho innumerables cosas a nuestros seres queridos, que ya han muerto. Quisiéramos una oportunidad para explicar nuestro comportamiento, que en algunas ocasiones no quedó claro y también, pedir una respuesta a varias incógnitas planteadas en sus conductas. ¿Por qué a veces sucede, que ya se han ido y no fuimos tomados en cuenta en su testamento? ¿Qué pasa con los hermanos cuando los padres han favorecido con la herencia, más a uno que a otros? Acaso desde el más allá ¿ellos, podrán observar las reacciones de sus herederos? Todas estas preguntas y algunas más, se tratan en esta novela, escrita por Ma. Estela Velázquez Rodríguez, con un estilo fresco y a la vez intrigante. Una narración donde sucede lo insólito y nos asombra, lo jocoso y nos hace reír, pero también lo humano y nos hace reflexionar. Leerla es vivirla, con la posibilidad de encontrarnos de repente... entre sus líneas.