Una novela en la que uno debe dejarse llevar. Una historia de redención personal -del protagonista- llevada a unos extremos que emocionan en más de una ocasión, malos malísimos que recuerdan a personajes dickensianos, retazos de la historia de Francia; Waterloo, Napoleón....disquisiciones sobre el valor de la república... (y alguna otra sobre temas variopintos no tan interesantes, todo sea dicho de paso)... levantamientos históricos de la ciudad de París contra la monarquía restaurada, y en suma, una gran obra donde Víctor Hugo empeñó su alma. Es de estos libros que requieren una predisposición especial, un rendirse ante la historia que se va a leer, sin forzar los tiempos, sin querer llegar al final cuanto antes, sino un simple dejarse llevar y disfrutar, leyendo cada día unas cuántas páginas y preguntándose qué nuevas complicaciones aparecerán en la lectura de mañana. Un clásico que debe ser conocido por todo amante de la literatura.
hace 9 años