Jorge, un naturalista obsesionado aún por la muerte de su esposa, recibe el encargo de su familia política de trasladarse al corazón de África: de la finca maderera que poseen entre Camerún y Guinea ha escapado un grupo de perros guardianes que, en estado salvaje, ha desatado el caos en la zona. Junto a él se desplazarán dos científicos más: el incontenible mujeriego Julián Lafarge, y una veterinaria, Bárbara, con pretensiones de mujer de alta sociedad. Sus movimientos desde Douala a Bata se verán marcados por un cúmulo de experiencias -iniciáticas, sexuales...- que irán deshojando sus envoltorios de personas civilizadas. Cuando pasen de perseguidores a perseguidos, un clímax sin retorno alterará definitivamente sus respectivos destinos.