Los arrebatados es una novela sobre la fatalidad. Cercana por su estilo y concepción a las epopeyas faulknerianas y al fervor por el lenguaje presente en las ficciones de Juan Carlos Onetti o Juan Benet, arranca con un suceso capital, un parricidio, en torno al cual se articula, gracias a la presencia de unas figuras arquetípicas hasta la caricatura, una desesperanzada aunque a la vez emotiva reflexión sobre la miseria y servidumbre que gobiernan las relaciones humanas. Nacida con vocación de tragedia y, a la vez, con un muy vivo propósito de trasladar al lector una irresistible sensación de inmediatez, de estar escuchando antes que leyendo, Los arrebatados atesora entre sus páginas ese viejo empeño con el que nació lo que hoy denominamos literatura, la certidumbre de que nombrar el mundo es una manera, acaso la más sensata, de apropiarse de él y aspirar, si no a comprenderlo, al menos sí a acatarlo.