Resumen

Los años felices es un libro que podría ser miles. Cuenta las andanzas de un grupo de adolescentes que atraviesa los años noventa entre vacaciones, noviazgos, peleas y reconciliaciones. El marco de estos sucesos es la década del uno a uno y del creciente desempleo en la Argentina. El título de la novela nos recuerda enseguida, por lo menos a los amantes del teatro, el texto dramático que Samuel Beckett escribiera entre 1960 y 1961: Los días felices. Allí Beckett organiza también una lista de simples sucesos que una tal señora Winnie narra desde su precaria situación extrema: tiene medio cuerpo enterrado. Winnie encuentra siempre motivos para ser feliz, y muchos de ellos no son más que los simples quehaceres cotidianos. Igual que los personajes de Robles: salen, toman, se besan, ven una peli, arman una fiesta, cenan, se suben a un remis, se enamoran y se desenamoran, todo en el devenir de un contexto que algo se traen, unos años de recesión y ajuste que las familias viven en carne propia, una realidad que hay que asumir como estable y a pesar de la cual la vida debe seguir su curso y abrirse paso.