Resumen

Colette tiene cincuenta y nueve años cuando, en 1932, publica Esos placeres (Ces plaisirs), cuyo título acabará siendo, en 1941, Lo Puro y lo Impuro. En ese momento se halla en la cumbre de su sensibilidad y de su estilo, que se nos muestra tan intenso en este libro de recuerdos en torno a algunas figuras de mujeres y de hombres “monstruosos”. En estas páginas reflexiona sobre treinta años de su vida parisina,sobre el opio, el alcohol y los demás placeres llamados carnales. He aquí un libro que comienza por las vibraciones íntimas del cuerpo, por esos deseos y esos placeres de los que nunca tenemos bastante, y que termina por la confesión de una “sed visual de pureza”. Se trata de un texto apasionante y diferente, de difícil clasificación dentro de la obra de la autora, a medio camino entre el reportaje, la entrevista y el libro de memorias, en el que Colette no habla de su experiencia, sino que enhebra itinerarios vitales de personajes que ha conocido, que exponen u ocultan sus pulsiones, y cuya actitud describe con sagacidad, para trazar un fresco de la sensualidad en todas sus combinaciones, del placer y sus miserias.