Después de haber leído “Un cadáver en el armario”, que contiene dos amenos relatos protagonizados por Alvirah y Willy Meehan, me apetecía leer alguna más de sus pequeñas aventuras, así que en cuanto ha caído en mis manos un ejemplar de “Las investigaciones de Alvirah y Willy” me he puesto a ello.
El matrimonio protagonista, en la sesentena, son dos afortunados ganadores de la lotería que pudieron abandonar sus trabajos como señora de la limpieza y fontanero, respectivamente. Ahora se dedican principalmente a viajar, y siempre parece salir a su encuentro alguna intriga, asesinato o investigación para que Alvirah desentrañe.
El libro contiene seis relatos. En el primero de ellos, “Un cadáver en el armario” (que ya había leído), la pareja protagonista se encuentra en su nuevo y elegante apartamento, al volver de uno de sus viajes, a una actriz muerta en el interior de un armario, y tendrán que desentrañar el asesinato antes de que sea demasiado tarde, porque la policía acusa del mismo a su querido sobrino. En “Barrer con todo” tendrán que ayudar a una mujer que ha ganado la lotería y a la que su ex-marido ha estafado. En “El secuestro”, justo cuando van a visitar a unos buenos amigos que acaban de ser padres, la bebé es robada, para gran dolor y consternación de todos; Alvirah pondrá todo su empeño en encontrar a la niña. En “La ganadora de la lotería” Alvirah y Willy van en auxilio de su amiga Min, en el balneario que regenta han sido robadas unas valiosas joyas. “Fontanería para Willy” me ha parecido bastante original; tras la aparición en televisión del matrimonio protagonista hablando del premio de lotería que ganaron, tres delincuentes recién salidos de la cárcel deciden secuestrar a Willy para conseguir los millones que la pareja tiene ahorrados; aquí la astucia de Alvirah será fundamental para rescatar a su marido. En “Muerte en Cape Cod” (que también releo, pues era el segundo relato que aparecía en “Un cadáver en el armario”), conocen a una joven que ha pasado doce años en la cárcel acusada del asesinato de su padrastro, aunque ella siempre se declaró inocente, y la ayudarán a que la verdad salga a la luz.
No estoy para nada de acuerdo con el paralelismo que se hace en la contraportada del libro con el estilo de Agatha Christie, no obstante reconozco que en estos relatos, sin ser nada del otro mundo literariamente hablando, te encariñas fácilmente con el simpático matrimonio de detectives aficionados y resultan muy entretenidos. Una lectura ligera, agradable y recomendable.