Aunque el libro estaba altamente recomendado por la crítica, creo que el que me haya convertido en esas personas que no esperan nada de ese tipo de betseller comerciales fue lo que consiguió que me terminase gustando. Eso sí, hace demasiadas repeticiones, y hay capítulos que devoras más por querer terminar con el tedío que resulta, que por querer seguir adelante. Por lo demás, me ha parecido que los giros que toma la historia (aunque algunos bastante evidentes) es lo que la hace más interesante, al fin y al cabo creo que el escritor pretendía que cada cual (lector) señalase a sus propios culpables para luego dar la vuelta a la tortilla. Y sí, en lo que coincido con esas críticas de expertos y demás, es que es un libro para el verano: rápido de leer, entretiene en lo justo (que hoy en día es mucho pedir ya que todo está inventado y reeinventado) y por supuesto sirve para dejar de pensar un ratito que es lo que de verdad se nos debería exigir en nuestras vacaciones.
hace 11 años