La abolición de la ley sálica in articulo mortis y la llegada al trono de Isabel II desatan el conflictivo siglo XIX en España, lleno de guerras fratricidas, conspiraciones y misterios. En 1882, Isabel II vive su exilio parisino en el palacio de Castilla, entre nobles y oropeles pero lejos ya del poder. A esa corte isabelina llegará un atractivo caballero, Julio Uceda, enviado por Sagasta con documentos comprometedores para la reina; y también Teresa, una joven criada y educada en las Niñas de Leganés, un colegio de huérfanas de Madrid, cuya visión del mundo dista mucho de la vida en palacio, demasiado alejada de los desfavorecidos. Entre ellos surgirá una pasión amorosa que deberá navegar entre conjuras políticas y el ambiente sofocante y corrupto de una monarquía en decadencia, donde nada es lo que parece, pero que, a la vez, todo es tan hipócrita y corrompido como se muestra.