Paul Sweetbread (“Molleja”), de una memoria prodigiosa, nos cuenta su infancia, adolescencia y ejercicio militar en Sudáfrica. Paul es un joven introvertido, judío, obeso, lúcido gastrónomo, y marcado, sino traumatizado, por el suicidio de su padre. Su educación escolar muestra los primeros indicios de relativismo, mentiras y manipulación de la historia de su país, en la que se justifican actos y comportamientos en contra de las poblaciones negras, a las cuales les obligaron al exilio o, en los peores casos, les condujeron al exterminio. El comportamiento de Paul con respecto a los demás compañeros es diferente, y como tal actúa. Todas sus particulares reflexiones enseguida se van a ver verificadas una vez que entra en el ejército. Allí descubrirá el extremo al que es capaz de llegar su gobierno, personificado en el oficial Lyddie, que se propone hacer del joven obeso e idealista un hombre de acción, y con quien mantiene una estrecha relación durante sus meses en el ejército, una relación estrecha precisamente por las diferencias tan evidentes entre ambos.