Aunque gracias a ella los Blancos salieron victoriosos de la batalla contra los pentadrianos, Auraya está lejos de sentirse feliz y satisfecha. De día intenta incansablemente reconciliar a los tejedores de sueños paganos con los sacerdotes, mientras que de noche vuelven las pesadillas: el recuerdo de los muertos y el calvario vivido por el pueblo siyí la atormentan. Por si fuera poco, la única persona de quien se fía ha desaparecido sin dejar rastro. A pesar de haber muerto hace mucho tiempo, el legendario tejedor de sueños Mirar sigue vivo a través de sus pensamientos, que habitan en la mente de Leiard. Este se ha visto obligado a huir a las montañas en compañía de Emerahl, una hechicera muy poderosa que bien podría ser la última de los indómitos. Valiéndose de sus prodigiosas dotes mágicas, Emerahl ayudará a Leiard a desenmarañar el insólito embrollo de evocaciones ajenas que conquistan su mente. Lo que acaban descubriendo podría cambiar sus vidas, y también el mundo, para siempre...