“El síndico Jesús Pastrana es uno de esos raros funcionarios que sirven a la ciudadanía en vez de utilizar sus puestos como como trampolín político o instrumento de lucro. Padre ejemplar, administrador eficiente, perseguidor intachable de la venalidad en todas sus formas, jamás ha buscado el relumbrón mediático, a pesar de merecerlo sobradamente”. ¿Cuánto conoces Cuernavaca? ciudad de la eterna primavera, ciudad preferida de virreyes, políticos y empresarios, lugar de fin de semana de tantos capitalinos. En esa ciudad de altas bardas y espléndidos jardines, de exclusivas residencia y aparente calma, se desarrolla la nueva novela de Enrique Serna, La doble vida de Jesús. En La doble vida de Jesús, nadie se salva, ni Obdulio Narváez, gobernador de Morelos, ni Anibal Medrano, alcalde de Cuernavaca, ni César Larios, presidente del comité directivo estatal del PAD. Siguiendo la pauta de sus tres primeras novelas, Señorita México, Uno soñaba que era rey y El miedo a los animales, Enrique Serna, con su coloquial estilo de voces naturales y verosímiles, presenta un retrato de nuestra realidad, políticos que pactan con el narco, “entrega” de alcaldías a candidatos de otros partidos, video escándalos, autodefensas, secuestros y amenazas. “Si no estás conmigo, estás contra Dios”, le dicen a Jesús en plena campaña.