“La constelación del perro”, de Peter Heller, es uno de los libros que más me ha gustado de los diez que llevo leídos en lo que va de año.
La trama, que podríamos calificar como distópica o de aventuras, está ambientada en un mundo postapocalíptico, pero en el que los buenos sentimientos que han acompañado al hombre durante toda su vida siguen cercanos gracias a su principal personaje, High, un hombre sensible, y honesto, que ama la naturaleza y trata de sobrevivir en un mundo inhóspito y cruel, que le obliga a actuar con dureza cuando se trata de defender su supervivencia.
Heller nos lleva en volandas (nunca mejor dicho) por un mundo desolado en el que la naturaleza se resiste a desaparecer y donde conviven lo mejor y lo peor del ser humano. La narración, escrita en primera persona, tiene un estilo fresco y original: el dolor, la pérdida, el miedo, la esperanza y el amor son contados con lirismo y naturalidad y los personajes, que se debaten entre el hambre, el peligro, la enfermedad y la soledad, son personas que pasan por terribles circunstancias, por lo que es fácil empatizar con ellos.
La historia, que tiene pasajes duros, incluso despiadados, pero también momentos de gran belleza, transmite un mensaje de esperanza, que llega a atraparte sin fisuras.
5 marzo, 2015.
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