Convalenciente de una depresión tras el fallecimiento de su esposa, el protagonista de esta novela se refugia en Manfraque, un remoto lugar de la España interior, con el porpósito de reencontrarse a sí mismo. El tedio apasible de los primeros días va dando paso, lenta e implacablemente, al horror que habita en el trasfondo del pueblo.