Un libro muy entretenido y tan bien escrito que es un placer leerlo. A su personaje principal, un embaucador y aventurero de lo más encantador, ya lo conocimos en la primera novela, Las pirámides de Napoleón, por lo que ahora sólo tenemos que disfrutar su capacidad de meterse en problemas, así como salir de ellos. Esta segunda parte mantiene el estilo de aventuras, intrigas y combinación de hechos y personajes históricos con los de ficción, que producen un resultado muy atractivo. Se cierra el conflicto principal, pero queda una ventanita abierta para la que podría haber una continuación.
hace 9 años