La primera parte del libro es bastante monótona, y aunque empezó a mejorar con diversos picos de suspense, lo hizo de forma tan común y predecible que no consiguió interesarme hasta bien pasada la mitad del libro, cuando empieza a haber algo de dinamismo e intriga.
Sin embargo, y a pesar de que al desenlace no le falta originalidad, llega a un punto en el que dejas de sorprenderte para empezar a pensar que, en un intento de desenlace insólito, al escritor se le ha ido de las manos, y mucho.
Sin duda, no es de las mejores obras de Dean Koontz.
hace 11 años
0
-1