Con el infame sobrenombre de “La Loca”, Juana de Castilla, hija heredera de los Reyes Católicos, vivió una vida miserable y deprimente, encerrada durante más de cuarenta años; años que deberían haber sido de glorioso reinado como hija de sus católicos y regios padres que era.
Sin embargo, el destino de Juana se vio marcado por las decisiones y manipulaciones de los tres hombres a los que ella más quería y que, a sus espaldas, la traicionaron.
Esta es la historia de la reina más desdichada y vilipendiada que tuvo Castilla y Aragón; una reina que amó más allá de los límites permitidos en su tiempo y cuyo amor la llevó a la desgracia. No bastó con que su marido la engañase e intrigase en su contra, si no que su padre y luego su hijo la apartaron del poder en beneficio propio y lo hicieron de la más denigrante forma que pudieron: encerrándola y aislándola del mundo y del tiempo.
María Teresa Álvarez, pródiga escritora de novela histórica, a través de estas páginas, nos conduce a los turbios años de encierro de Juana, mal apodada la Loca, hacia su triste final, desenredando sus recuerdos y meditaciones.
La historia, narrada desde la perspectiva de las diversas personas que se cruzan en la vida de la reina, pondrán en entredicho su locura y despejarán la niebla que envuelve su pasado y las causas de sus desvaríos.
La autora indaga sobre la que es, con diferencia, la soberana que más atracción morbosa despierta en nuestra historia, causada por el mito de su locura, que para algunos no era tal, y las desgracias que asolaron su vida. María Teresa Álvarez dota a Juana de una personalidad no tan compleja, si es analizada desde el punto de vista de un psicólogo del siglo XXI, y nos ofrece una clara visión de las penurias y el dolor que tuvo que afrontar esta mujer y cómo todo ello influyó para ser apodada tan cruelmente.
Siempre desmitificando la locura de la protagonista desde la hipótesis y basándose en hechos históricos, la sucesión de acontecimientos provocará sentimientos enfrentados al lector y, puede que quizás, hará cambiarle de opinión acerca de una mujer que únicamente renunció a todo por el amor a su esposo y el bien de su hijo. Una mujer que hoy día, tendría un respeto y admiración de los que no disfrutó en vida. (Diana Arrufat Horcajuelo, 4 de marzo de 2022)