Publicada por primera vez en 1961 en Alemania, Hombres supuso el debut literario de Angelika Schrobsdorff y provocó un gran escándalo político y moral que la condujo a ser censurada en todas sus ediciones posteriores, incluso las traducidas a otras lenguas, hasta el año 1986, fecha en que se editó la versión íntegra en Alemania. En el 2018 se editó por primera vez en España por la editorial Periférica y Errata Naturae. Peo fue la editorial catalana, La Campana, quien incluyó en su edición todos los fragmentos y capítulos censurados, subrayándolos además para que el lector pueda reconocer el modo en que fue alterado el sentido de la obra en las pasadas ediciones. Hombres es una novela semi-autobiográfica de aprendizaje y crecimiento, que aborda con sinceridad, sin tabús y con un lenguaje cargado de erotismo el tema de la atracción sexual, la virginidad, el amor, la ruptura y el divorcio, el aborto, las infidelidades y un modelo de maternidad poco corriente. La protagonista, Eveline Clausen, es el alter ego de Angelika Schrobsdorff, un personaje construido desde el yo de la autora para acabar enriqueciéndolo con las experiencias de otras chicas que como ella vivieron en los convulsos años de la II Guerra Mundial y la postguera en el exilio de Bulgaria para acabar regresando a Alemania. Angelika Schrobsdorff, perseguida primero por tener una madre judía y más tarde por tener un padre alemán, dedica cada capítulo a cada uno de los hombres que pasaron por la vida de Eveline, desde el amor platónico de la adolescencia, hasta aquellos que dejaron una huella en ella, ya fuera profunda o superficial. Angelika Schrobsdorff describe a Eveline desde una autocrítica descarnada, fresca y nos ofrece de ella una imagen de mujer rebelde, orgullosa, seductora, descarada, cínica, egoísta, práctica, perspicaz y aparentemente frívola y superficial, acostumbrada a huir, a desconfiar, a ocultarse, a crearse una coraza que la proteja de todos los golpes, una coraza que la convierte en un ser frío ante el dolor ajeno. Eveline nunca cede ante los prejuicios, se resiste a ser sometida, dominada y nada le parece más importante que su libertad. Es en definitiva un modelo de mujer rompedor en su época, que responde más al comportamiento de un hombre que al de una “fémina”, pues ella no duda en llevar las riendas de todas sus relaciones, en utilizar si es necesario a los hombres que pasan por su vida, hombres que representan la aventura, el deseo, hombres que intentan dominarla de una manera u otra y ante los que ella se resiste constantemente, pese a que no puede prescindir de ellos, atrapada como se siente ante el juego del flirteo y el enamoramiento constante, hasta que comienza a reflexionar sobre como huir de esa dependencia, y como aceptarse así misma con todas sus “imperfecciones” y su “diferencia”.
hace 5 años