Continuación de Wicked: Memorias de una bruja mala.
Saga mordaz y adulta inspirada en el mundo de Oz.

Dicho esto, he de decir que tras Wicked, libro al que he defendido en más de una ocasión, esta secuela me ha decepcionado bastante. Es un compendio de varias cosas, como su argumento (en líneas generales sin sentido, original como reza en su dorso, sí, pero hasta ahondar en lo absurdo), o su protagonista (con el cual no llegas a empatizar nunca dada su personalidad pusilánime, su falta de carácter, su visión medio estúpida de las cosas, deprimente hasta, en momentos concretos, llegar incluso a caerte mal), lo que hacen del libro una experiencia aburrida y pesada, y, pese a no ser excesivamente denso, se te haga un pelín cuesta arriba.
No le puse peor nota porque algunos momentos del libro me gustaron y me hicieron reír. En fin, fugaces destellos en mitad de la bruma.

Si alguien ha leído el tercero (el del León), ¿podría decirme qué tal está?

Me encanto poder leer las venturas y desventuras del hijo de Elphaba mientras se hacía adulto.