Lucifer se llevó mi magia. De acuerdo, técnicamente, Derrick, el íncubo imbécil, lo tomó, pero era el hombre de Lucifer y seguía órdenes. De todas formas, no puedo ser una bruja o una Merlín sin magia. ¿Puede mi vida ser peor? Por supuesto que sí. Mientras intento adaptarme y aceptar la vida sin una gota de magia en mis venas, Marcus desaparece. Bueno, no exactamente, más bien me hace ghosting. No devuelve mis llamadas ni mis mensajes. Justo cuando creo que por fin tengo mi vida amorosa encarrilada, pues esta se descarrila, y mi corazón se desgarra lentamente. A pesar de que Marcus se haya ido, no voy a renunciar a mi magia. Tengo planes. Planes locos y posiblemente mortales, pero haré cualquier cosa para recuperar mi magia. Sí, será peligroso. Una locura. Solo un loco estaría dispuesto a intentarlo. Lo bueno es que estoy lo suficientemente loca.