Atsuko es feliz en la pequeña granja con la que siempre ha soñado. Su negocio va bien y pronto necesitará contratar ayuda. Cuando su marido aceptó dejar la ciudad para compartir con su familia esta vida en el campo que no es propia de él, ella supo reconocer los sacrificios que le costó. Pero una amiga del pasado reaparece en la vida de Atsuko, quien tendrá que ordenar su existencia y sus deseos, tan enredados como un bosque de bambú abandonado.Es la cuarta parte de "La sombra del cardo".