Mediante esta versión, fiel al original, de Ética a Nicómaco, el autor hace accesible a todos los públicos las reflexiones del genial pensador griego. Según Fernández Aguado: "La relevancia de la obra para cualquier persona y particularmente para quienes ocupan puestos de responsabilidad es evidente: el gobernante (cualquier hombre en general), antes de nada, ha de aprender a ser persona. No resulta casual que se haya incrementado notablemente la preocupación por la formación de las habilidades directivas de los actuales y futuros ejecutivos y, paralelamente, por los fundamentos antropológicos de las mismas". El libro aborda con clarividencia cuestiones que siguen estando vigentes y son de sumo interés como el sentido de la vida y del trabajo, la amistad, el placer, la audacia, la generosidad, el egoísmo o las relaciones familiares. Fernández Aguado destaca que el peso de la historia marca las etapas de la vida de las civilizaciones y subraya la necesidad de cultivar las enseñanzas de nuestros ancestros. En palabras del autor, "Ética a Nicómaco es un libro sobre la felicidad, se trata de las reflexiones de un padre sabio, fiel y enamorado a su hijo Nicómaco". y recomienda "su lectura reflexiva, en silencio y con boli en mano".