Este libro se ocupa, por una parte, del español estándar y afronta cuestiones gramaticales básicas y, por otra, trata de lo que el autor llama lenguaje literal, es decir, el que como los refranes forman parte también de la competencia idiomática. Aquí, Fernando Lázaro, ahonda en el mayor enigma de la lengua: los rasgos que diferencian el lenguaje artístico del lenguaje corriente.