Con casi 25 años, Minicia sufre el rechazo de su padre, Lucio Minicio Natal Cuadroni Ver, gobernador de África proconsular. El motivo: haber sido la amante de Teseo, el esclavo que mortificó y marcó la vida de su padre desde que eran unos niños, antes de morir luchando, precisamente, contra Minicio. A la afrenta se suma que Minicia tuvo un hijo con Teseo del que se deshizo al saber de la verdadera identidad de su amante.
Desconcertada por el rechazo de su padre, y mientras sigue con su vida (su pasión por los caballos y por las carreras de cuadrigas, la lectura y la escritura, su amistad con el emperador Marco Aurelio y la emperatriz Faustina, la curiosa relación con su marido Cneu, la complicidad con su esclavo Erasmius, el pasional entendimiento con el centurión Lucio Cecilio Optat), Minicia intentará recuperar la estima de su padre y emprenderá una larga investigación para encontrar quién, de la estirpe de Teseo, busca la venganza amenazando su vida y la de todo el imperio.