El vampiro de Silesia de Lorenzo Fernández Bueno comienza con el descubrimiento de una cripta oculta en una fosa de víctimas de la peste de una isla veneciana. En ella se encuentra el cuerpo de una mujer que murió torturada salvajemente siglos atrás. La conmoción se torna más intensa cuando comprueban que estando aún la mujer con vida, sus agresores introdujeron un ladrillo entre sus dientes, causándole una muerte atroz. ¿Era una vampira? El libro no es el típico libro de vampiros. Es un libro que analiza el posible origen de un mito que se ha repetido en todas las culturas y países bajo uno u otro nombre y que lleva aterrorizando al ser humano desde tiempos inmemoriales. El autor plantea una curiosa teoría acerca del origen de tan terrible criatura. Dicha teoría se va desgranando a través de las investigaciones de uno de los arqueólogos involucrados en el hallazgo que comienza una cruzada personal para averiguar la verdad tras el macabro hallazgo y que pondrá en juego su cordura y su vida. En la trama se mezclan las investigaciones del protagonista y también los diarios de varios doctores que siglos antes investigaron esa extraña plaga que hacía que los hombres y mujeres despertaran de sus tumbas ávidos de sangre humana. Una historia oscura, ambientada en Venecia, Roma y Praga, que se desarrolla a caballo entre los siglos XVI y XX y que nada tiene envidiar al Drácula de Stoker o las narraciones extraordinarias de Poe. Porque si algo prima en la historia es esa “neblina gótica” que te envuelve de tal manera que cuesta mucho dejar de leer la historia. Después de Drácula es el mejor libro de vampiros que he leído. Y han sido unos pocos…
hace 8 años