Una curiosa historia del holocausto en las islas Mauricio -por entonces colonia británica-, con la amistad de dos niños de por medio. Todo el mundo tiende a compararla con "El niño del pijama de rayas", aunque yo no estoy de acuerdo con ello. Para mí esta novela tiene mucho más empuje, más hondura y más calado. Literariamente no admite la comparación, ya que le da ocho mil vueltas a ese pastiche pastelero, insulso y mercantil.
hace 8 años