¡¡¡Me ha gustado muchísimo!!!, aunque debo reconocer que no me ha atrapado hasta pasada la mitad del libro (y aclaro que con “atrapada” me refiero a ese estado de adicción permanente, en que no te puedes sacar la historia de la cabeza y estás al acecho de cualquier momento para continuar la lectura). La primera mitad, en todo caso, aunque más lenta, es necesaria para comprender este universo mezcla de leyendas, magia y vudú, así como a sus personajes, especialmente a Elisse, quien nos traspasa de una forma realmente sobrecogedora su soledad, sus miedos y desesperación ante su extraña habilidad de conectarse con ese plano realmente de pesadilla. Y eso que aún no ha pasado por lo peor, pues a medida que se avanza en las páginas el relato se vuelve cada vez más oscuro y estremecedor. Los personajes son otro de los puntos fuertes de la novela, muy bien caracterizados, de esos que realmente generan sentimientos en el lector; imposible no enamorarse de Tared y su fortaleza y sentido de protección, así como del propio Elisse y su inusual modo de ver las situaciones, que te saca más de una sonrisa. El final es genial, reivindicador y, a pesar de que quedan cosas por descubrir, cierra perfectamente el conflicto de esta primera entrega.
hace 7 años