SIN CONCESIONES. Estamos ante una novela negra, muy negra, sin concesiones, donde la acción empieza en la primera página y termina en la última línea, no hay nada superfluo, no hay aliento en la trama, ni ningún adorno, todo es despiadado, es un auténtico puñetazo en el estómago del lector. La acción es trepidante, y los personajes están caracterizados a la perfección con un tono de crudeza e inhumanidad que fluye en todo el libro. Una gran novela negra de obligatoria lectura. Pd: Me apunto como futura lectura "Santuario" de Faulkner, obra que tomó como referencia chase para esta novela, y mi absoluta sorpresa porque el autor sea inglés, y apenas conociera USA, algo que sorprende tras leer tal ejemplo de novela negra americana.
hace 14 años