Interesante novela histórica muy del estilo de las novelas de Santiago Posteguillo. Por su argumento incluso podía ser la continuación de la continuación trilogía Escipión, pero el nivel no es el mismo. Es una novela que va de menos a más, y que mejora a partir de la mitad de la narración. Aún así es excesivamente larga, y como no consigue intensidad narrativa, no engancha. De hecho las descripciones de procedimientos políticos que aparecen a lo largo del libro son excesivas y pesadas. La salva la descripción de la batalla de Cartago, que es la mejor parte del libro. El final también te deja bastante frío: se acaba la batalla y punto.. Y te pones a buscar al final del capítulo por si te falta alguna página. Yo creo que una novela histórica debe combinar dos conceptos: el concepto "novela" que implica que sea una lectura entretenida, y el concepto "historica" que refleje de forma más o menos precisa un momento histórico. Este libro si cumple la segunda condición, pero no la primera.
hace 3 años