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EL PAN DE MIS HIJOS

EL PAN DE MIS HIJOS PRECIADO, NATIVEL

Portada de EL PAN DE MIS HIJOS
Nota media 4 Malo 2 votos 1 críticas
  • Género Narrativa
  • Editorial ESPASA
  • Año de edición 2025
  • ISBN 9788467076813
  • ISBN digital 9788467077742
  • Idioma Español

Resumen

Una veterana periodista y escritora, premiada y alabada por la crítica, sigue trabajando infatigablemente en tertulias de la tele, periódicos, clubs de lectura, viajes continuos y, para colmo, escribe novelas por la noche. Sus hijos temen por su salud y le piden que lo deje, pero ella se niega a jubilarse porque, a estas alturas de su vida, se ha gastado gran parte de sus ahorros.

De pronto, recibe la noticia de que Luisa, una tía lejana que hizo fortuna en México, ha muerto y la ha nombrado su heredera. Recuerda que, en otros tiempos, Luisa era propietaria de un ático de lujo, joyas de gran valor e incluso de un Picasso. Eso sí, para heredar tiene que cumplir un requisito ineludible: ocuparse, hasta el fin de sus días, de la querida mascota de su tía; un enorme, viejo y peludo bobtail llamado Lennon, testigo de todos sus secretos.

Algo incrédula ante el golpe de suerte, la heredera se pregunta por qué ella ha sido la agraciada. ¿Por qué no el resto de sus sobrinos? ¿Qué quedará de su magnífica colección de joyas y obras de arte? ¿Resolverá con la herencia todos sus problemas económicos? De momento, tendrá que trasladarse a un ático abandonado con el perro, donde irá descubriendo la misteriosa vida de la tía Luisa y lo poco que queda de su fortuna. Así comienza la aventura de una mujer, sus dos hijos y un perro, que culmina con un final inesperado.

1 Críticas de los lectores

El pan de mis hijos se presenta como una novela con vocación de retrato social, pero lo cierto es que su desarrollo naufraga en una narrativa que se hace —más que pesada,— incómoda, incluso molesta por momentos. No por su temática ni por la densidad del texto, sino por una voz narrativa impostada, excesivamente coloquial y cargada de tópicos que restan cualquier intento de profundidad. La autora opta por un tono que pretende ser cercano, pero acaba resultando una mezcla entre chismorreo de sobremesa y discurso de tertulia anodina, donde la mirada femenina se reduce a una caricatura entre la “maruja” y la mujer que pontifica sobre lo cotidiano sin aportar realmente nada nuevo. El ritmo es errático, la estructura se dispersa, y los personajes parecen siluetas de cartón que repiten ideas ya mil veces contadas, sin un destello de frescura ni emoción auténtica. Todo se siente plano, reiterativo y agotador, hasta el punto de que la lectura no invita a continuar: avanza sin rumbo y termina por cansar. En definitiva, El pan de mis hijos no consigue emocionar ni provocar reflexión. Es uno de esos libros que, más que decepcionar, fatigan, porque lo que prometía ser una historia humana y cercana se convierte en una lectura aburrida hasta el hartazgo.

hace 1 mes