Fray Servando Teresa de Mier, un monje travieso y aventurero que vivió a caballo de los siglos XVIII y XIX, y fue perseguido por su heterodoxia religiosa, es convertido en personaje y protagonista de esta novela. En sus incansables andanzas —fue desterrado, estuvo en incontables ocasiones en la cárcel e incluso, una vez muerto, su cadáver fue trasegado de un lugar a otro—, recorrió la España de Carlos IV y Godoy, la Francia de Chateaubriand y Madame de Staël, la Inglaterra de Lady Hamilton, Italia, Estados Unidos («país donde por cada respiro hay que pagar un impuesto», comenta fray Servando) y Cuba. No en vano, trascendiendo la simple biografía y haciendo una pirueta literaria que se inscribe en la tradición del barroco cubano y que abarca varios géneros, Reinaldo Arenas teje una auténtica novela de aventuras, como él mismo la subtitula, hasta otorgarle una dimensión fabulosa, fantástica, casi mítica.