Pues me sumo a los comentarios negativos. No sé si fueron mis expectativas, que serían medianas dado que últimamente tanto se habla de esta trilogía y autora, pero, sin negar que es de fácil y rápida lectura, me pareció un "quiero y ni puedo" de novela negra americana o inglesa.
Eché de menos más descripciones, y no precisamente del paisaje, que las pocas que hace son bastante repetitivas, sino de los personajes, interiorizar más en ellos y en su estilo de vida, porque cuando leo una novela quiero empaparme del tiempo, lugar y personaje. Entender por qué piensa, habla y siente como lo hace.
Esta novela me ha quitado las ganas de seguir leyendo nada más de la autora, lo que me deja un amargo sabor de boca porque había leído bastantes buenas críticas de la secuela y segunda novela de la trilogía, "Legado en los huesos".
Pero ahora dejaré que pase el tiempo, leeré otros autores (seguiré entusiasmada con "El temor de un hombre sabio" y la recién empezada "El emblema del traidor") y tal vez, dentro de unos meses, cuando se me haya pasado la sensación de "BLA BLA BLA" que tuve cuando acabé este libro, le dé una segunda oportunidad.
No me gusta suspender nunca un libro, pero... es que me sumo a la crítica de otro lector que hay aquí mismo: "La inspectora foral que estudió en Quantico, ahí ya empiezan las carcajadas".
Por cierto, ¿soy la única que se dio cuenta de que repetía mucho la fórmula "Amaia sujetaba un café con leche tratando de calentar sus manos ateridas de frío"? Me dieron ganas de regalarle unos buenos guantes de piel a la autora, y unos mitones, para que no entorpezcan su escritura... :P
hace 9 años
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