En 1496, culminada la Conquista de Tenerife, siete de los derrotados menceyes guanches son conducidos ante la Corte de los Reyes Católicos por el capitán-conquistador Alonso Fernández de Lugo con el fin de que esos nuevos vasallos rindieran pleitesía y sumisión a los monarcas españoles. Uno de estos menceyes será posteriormente regalado por Isabel y Fernando al dux de Venecia como una exótica criatura capturada en tierras lejanas como confusas. ¿Qué fue de ese mencey con retina neolítica una vez llegado a la República Serenísima, pujante enclave político, económico y cultural del Renacimiento europeo emergente?