La vida es como un río que fluye con sus altos y con sus bajos. Un juego azaroso y delirante que nos lleva a escoger aletoriamente nuestras relaciones sentimentales, nuestras compañías y nuestras amistades. Sin embargo, la familia nos viene dada desde el momento en el que nacemos. Es ese pilar a la vez sólido y vertiginoso, al que tendemos a aferrarnos o a soltarnos cuando los tiempos son extremos o turbulentos. De esto trata esta soberbia novela de Colm Tóibín. Bajo el peso y la sombra de la dura enfermedad del sida, compone una buena historia de desencuentros, de heridas abiertas y de conflictos generacionales. Magulladuras en carne viva que vienen y van como los golpes de las olas contra las rocas pizarrosas impregnadas de basalto; y que buscan la paz, la comprensión, y el entendimiento personal con los que son carne de tu carne y sangre de tu sangre. Emotiva, sensible y muy bien escrita.
hace 8 años