Asistimos a un momento en que los medios transmiten un flujo cada vez mayor de información. Un mundo de noticias fugaces e inciertas que marcan el ritmo del planeta y donde un informe fiable y riguroso se hace más que nunca imprescindible. El estado del mundo 2008, que vuelve a la fórmula del análisis individualizado por países, refuerza la idea de crear una lectura razonada y distanciada del año que acaba de transcurrir, situando este informe en las antípodas de la información que se encuentra frecuentemente en Internet.