¿Y si pudieras borrar de tu memoria ese recuerdo que tanto duele? ¿Lo harías, aunque eso signifique que los demás sigan recordando lo que tú has decidido olvidar?

En la mitología griega, las aguas del río Leteo permitían a los muertos olvidar sus vidas terrenales antes de reencarnarse. Imagina que ese río existiera realmente: ¿beberías de él para olvidar algo o a alguien de tu pasado? Solo hay un inconveniente: tú olvidas, pero no la gente que estaba contigo en ese momento.

Esa es la premisa de El día que te olvidé, de Javier Ruescas.

La novela está protagonizada por Ada Lovelace, una joven que sueña con ser cantante, pero que guarda un secreto familiar que la ha marcado desde la infancia: un elixir capaz de borrar cualquier recuerdo doloroso.

Ada siempre ha jurado que no lo usará, que no será como su madre y su abuela. Pero el precio de recordar, a veces, es demasiado alto, sobre todo cuando tu mundo comienza a derrumbarse.

René ha estado enamorado de Ada desde el día en que la conoció. Para él, el elixir es una amenaza constante, porque sabe que, si algún día logra conquistarla y la relación no funciona, ella podrá borrarlo de su vida.

¿Puede sobrevivir el amor cuando el olvido está al alcance de la mano? Tendréis que descubrirlo leyendo este libro.

Es el primer libro que leo de Javier Ruescas y me ha gustado su forma de escribir. Con cierta dosis de lirismo y una bonita prosa, nos cuenta la historia de René y Ada, dos niños que se conocen de pequeños y cuyos caminos se cruzan una y otra vez.

Una bonita historia sobre la amistad, la familia encontrada y esas personas que se convierten en nuestro ancla cuando la tempestad amenaza con ahogarnos.

También, una preciosa historia de amor que parece condenada al fracaso, pero que se mantiene viva gracias a un hilo invisible que vuelve a unir a los enamorados una y otra vez.

Más de una vez he pensado que sería maravilloso poder borrar de la memoria alguna que otra cosa.

Después de leer la novela, ya no estoy tan segura… porque el tiempo borra, pero el alma guarda. (Ana García, 23 de julio de 2025)