Con la sencillez, el rigor histórico y la vitalidad que caracterizan sus obras anteriores y las hace a la vez interesantes y entretenidas, en El deseo de las colinas eternas Cahill toma como figura central a Jesús de Nazareth y se acerca a él desde diversos ángulos para comprenderlo y establecer el impacto de sus enseñanzas y del primer movimiento cristiano en nuestra cultura. A partir del contexto social y político de la época, Cahill nos muestra que, para entender el movimiento cristiano, tenemos que hacernos una idea de la opresiva presencia política de Roma en la época, de la potente influencia cultural de Grecia y del particular contexto social y religioso del judaísmo a principios del siglo I. A continuación, nos introduce en el escenario histórico en el que nace Jesús, el ambiente y atmósfera en los que vive y predica, y los afectos y reacciones de quienes lo rodean. Y finalmente, da paso a una perspicaz y original interpretación del Nuevo Testamento y de cómo las ideas cristianas se fueron transmitiendo a Europa a través de los evangelistas y se convirtieron en una gran religión.