Salgo bastante satisfecho de esta lectura: una novela solvente, bien escrita y ambientada en la no demasiado conocida (para el gran público) historia de Mesopotamia. El autor se toma sus licencias puesto que, sin ir más lejos, el narrador y protagonista es un personaje inventado que (al igual que en muchos otros libros del género) se inserta en los hechos históricos dando como resultado una mezcla ponderada de realidad (lugares, batallas, reyes...) y ficción (amoríos, traiciones, aventuras...).
hace 3 años