Muy buena novela, que se enriquece con la base histórica que la sustenta. La protagonista situada en la época actual, va develando poco a poco la conmovedora historia de vida de Aset, a través de sus investigaciones de la momia de la Dama Tashat, la cual existe realmente y se encuentra en la colección del Instituto de Arte de Minneapolis. De acuerdo a una nota de la autora, una radiografía tomada en 1975 revela un esqueleto contorsionado y lleno de fracturas… y un segundo cráneo entre las piernas. A partir de esa base, se va desarrollando la historia de las dos protagonistas (en la época actual y en el antiguo Egipto).
hace 14 años